Las compras in-app evolucionan para ser más fáciles

Las compras in-app evolucionan para ser más fáciles

Desde que los teléfonos móviles se han vuelto inteligentes, hemos visto desfilar una inmensa cantidad de software destinado a ellos. Aplicaciones que llegan a los catálogos digitales de Google Play Store y de la App Store para que los usuarios saquen el máximo partido a sus terminales o para que, simplemente, puedan divertirse jugando o pasando el tiempo libre experimentando con ellos.

De esta masificación nació el modelo freemium, uno que parte de la idea de lanzar el contenido gratis para que el usuario pueda descargar la app y empezar a usarla sin problemas. Elimina la barrera de precios y facilita así que el volumen de descargas sea más grande, provocando además que la toma de contacto se haga rápidamente y sin complicaciones. Es algo que resulta poderosamente atractivo para el usuario.

Es un planteamiento que, de primeras, parece no dar beneficios a los desarrolladores o responsables del software, pero que esconde en su nombre la clave de su éxito. Es gratis a la hora de descargar, pero cuando se quieren usar determinadas funciones, cuando pasa un periodo de tiempo o cuando se quiere ampliar por el motivo que sea, es cuando se debe pagar un precio. Puede ser solo en una ocasión, o puede ser que existan varios parámetros que requieran un pago cada vez que se activen.

Este modelo se ha vuelto totalmente frecuente en el terreno de los juegos para móviles. Desde el más que popular Pokémon Go hasta otras propuestas mucho menos conocidas han apostado por este sistema, cosechando un éxito muchísimo más alto que los planteamientos tradicionales. Un trampantojo que aprovecha la psicología y lo atractivo de lo gratuito, pero que siempre esconde detrás varios elementos a pagar con dinero real, sea en pequeñas o en grandes cantidades, ideal para que el consumidor “pique” de vez en cuando y sin miedo al no ser precios caros.

La popularidad de este sistema se ha disparado de tal modo que Google no ha podido evitar buscar la forma de hacer que fluya mejor y sea más claro para los usuarios. La compañía ha elaborado un rediseño de las compras in-app con el fin de convertirlas en algo infinitamente más sencillo, aunque ha aumentado el riesgo de que tengan lugar compras accidentales. ¿El motivo? Comprar con 1 toque. Sin complicaciones, sin intervenciones ni verificaciones. Un golpe de botón y listo.

Micropagos a golpe de pulgar

“Comprar con 1 toque” es el nombre del nuevo botón implantado por la compañía en todo lo relacionado con sus micropagos. Cada vez que un usuario accede a la sección de compras de una aplicación y decide hacerse con algún producto u objeto virtual mediante micropagos, se le redirige a una interfaz de Google Play Store, con un estilo que se aleja por completo del de la app en la que se encuentra (puedes comprobarlo por ti mismo). Ahí, aparece la opción de realizar la compra con tan solo presionar el botón, sin necesidad de introducir datos ni validar el pago.

Una novedad que recuerda a las introducidas en varias tiendas online bastante conocidas, como puede ser el caso de Amazon con su “Pedido en 1-clic”; pero que tiene varias intenciones tras su diseño y su planteamiento que la alejan de la idea implantada por el gigante del comercio en internet.

En primer lugar, porque este nuevo botón que aparece forma parte de una ventana que ocupa casi la totalidad de la pantalla, por lo que muestra la información con la mayor claridad posible para evitar confusiones. En segundo, porque agiliza el proceso de compra y hace que pueda llevarse a cabo en cuestión de segundos. No hay que esperar nada para que el trámite se efectúe.

Claridad, comodidad y rapidez son las máximas que persigue la compañía con una función que lleva ya tiempo disponible en el ecosistema Android. Todas las aplicaciones, sean juegos o software de cualquier tipo, que forman parte del modelo freemium cuentan ya con esta novedad, permitiendo a los usuarios hacer sus compras fácilmente.

Un movimiento que además alimenta un sistema que no hace más que cosechar cifras optimistas. Cada vez son más los negocios que apuestan por ofrecer apps gratuitas e incluir micropagos en ellas, dado que han demostrado ofrecer unos beneficios mucho más elevados que otras que piden un pago para poder realizar la descarga. Como explicábamos antes, leer la palabra gratis donde debería aparecer un precio es algo que siempre logra captar la atención.

Las facilidades son cada vez más en este terreno, como también la competencia. Dado que Google apuesta más por el freemium y hace que las compras sean más fácil en este terreno, las compañías tienen la puerta más y más abierta para experimentar en él, aunque cada vez hay más que pelean dentro del mismo campo.

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